Hoy toma la palabra mi hijo José Manuel de Prada Samper para recordar a su padre y compartir con todos nosotros una carta muy especial. Está carta que escribió Joaquín a su hijo José Manuel también esta transcrita a continuación de las imágenes.

-para ampliar las cartas basta con hacer click en la imagen, que se abrirá en una nueva pantalla, y allí hacer click de nuevo sobre la imagen-

La epístola de Cambridge anverso

La epístola de Cambridge reverso



 

Hospitalet, 27 Julio 1985

 

 

Querido Jose Manuel, hoy, sábado por la tarde y mientras se deciden los planes para esta tarde me pongo a escribirte unas lineas, con la esperanza de que lleguen a tiempo a tus manos a tiempo y sirva de aperitivo a nuestro proximo encuentro en el cosmopolita Londres.
Mi carta va a ir en forma de estudio escolar, divido en capítulos.

– I –
LA CRONICA

El lunes pasado hemos recuperado a Joaquín, que regreso de su viaje a Mallorca. Ahora ha recuperado su vida usual de estudio en Hospitalet. Con motivo de eso, este fin de semana no hemos ido a Gavá, aunque luego te diré nuestros planes para el resto del mismo. El pasado si que fuimos alli, y nos acompañó Piedad (no las niñas, que se habían ido con unas amigas) El sábado nada mas llegar nos fuimos a Castelldefels a comprar pescado. Nuestra sorpresa fue que la pescadería de siempre había desaparecido y había sido sustituida por un Bar (al parecer montado por los mismos antiguos dueños de la pescaderia), asi que nos fuimos a la otra pescaderia a probar suerte. El resultado fué bueno, pues el pescado que trajeron era buenísimo, fresco y abundante y compramos cantidad (cigalas, gambas, lenguados, pulpitos, almejas y caracoles) que luego convirtieron nuestro modesto yantar en una delicia gastronómica.

Pero nuestro esfuerzo nos costó, ya que teníamos de vez el numero catorce, y despues de esperar la hora de llegada del pescado, como es usual, soportamos a trece compradores con derecho preferente de adquisición, afortunadamente con escaso poder adquisitivo (manifestacion de la crisis economica resultado de la politica del gobierno?) y que no nos despojaron de las mercaderias por nosotros apetecidas. Mi reflexión filosófica es que tengo dos ilusiones en la vida, la primera hacer saltar la banca en el Casino de Montecarlo, y la segunda tener el numero uno en la compra del pescado, y comprar en ese momento todo el pescado de la pescaderia.

Como te decía antes estamos todavía en Hospitalet. Joaquín tiene planes para irse con Jorge a Aiguafreda a pasar esta noche. Y con tan fausto motivo nosotros nos iremos a pasar el domingo a Gavá. Iremos al Corte Ingles de compras dentro de un rato, luego vendremos a coger los víveres a casa y cenaremos, probablemente en el Nautic de Castelldefels. Pasaremos
el Domingo tranquilamente en Gavá, disfrutando del sol y el lunes regresaremos a nuestro puesto de trabajo.

-II-

EL PEQUENO REY YA TIENE SUCESOR

La noticia política local, apagados los ecos de la crisis ministerial, de la que solo quedan las especulaciones en torno a la amistad de Boyer con la Isabel Preysler, esta ultima divorciada de su Marques de Griñon, el tema del día es el crucero que el jefe del Gobierno está en estos momentos realizando por aguas portuguesas en el AZOR, el yate legendario desde el cual
el Caudillo diezmaba de salmones los mares y regia los destinos de España. “El País” dedica al asunto su editorial de hoy. El PCE considera el hecho una afrenta a la opinión publica de izquierdas del país y un regalo para la derecha nostálgica. Yo doy al suceso una interpretación psicoanalista. Franco era, sin duda, la figura del padre, y muerto él todos nos quedamos

huérfanos y condenados a ser adultos. El hecho de González ocupando el lugar del padre es nada mas que. la consumación del complejo de Edipo. Al fin González se acuesta con su madre y desde el Azor se convierte en el sucesor del pequeño Rey. ¿Se sacará los ojos y vagara el resto de sus días expiando su pecado? Continuará…

Terminada la revisión de la actualidad, incorporo a continuación unas breves notas comentando una carta recuperada hace pocos días por un critico estudioso de su obra, de Jose Manuel de Prada (1963-2050), famoso poeta, novelista e investigador.

LA EPÍSTOLA DE CAMBRIDGE

INTRODUCCIÓN

La llamada por los estudiosos epístola de Cambridge, recientemente descubierta, arroja nueva luz sobre una época muy oscura de nuestro autor. Escrita, con arreglo a la fecha que consta en ella y que se ha revelado como absolutamente fiable el 17 de Julio de 1985. Pertenece, pues, a la primera su primera  estancia en Cambridge, de la que ya se tenían noticias por los documentos del Enmanuel College. Aunque encabezada por un “Queridos niños”, por lo que puede deducirse de un análisis comparativo (cfr. “Primeras Cartas”, edición de Ian Gibson Jr., Madrid 2000, especialmente las cartas 12 y 24) se trata de una expresión cariñosa e irónica dedicada a su familia. Desechamos la tesis del ilustre hispanista Brenan que toma la expresión en su sentido literal y supone en nuestro autor un precoz matrimonio y una paternidad a temprana edad. Fijada la fecha y los destinatarios, fuera de toda duda razonable, nuestro análisis prescinde de toda preocupación textual. Aceptamos la versión, todavía provisional, publicada por el “Jose Manuel de Prada Assotiation newsletter” de Nueva York. Todos sabemos las dificultades que la peculiar caligrafía del ilustre autor supone para los estudiosos (Vid. “Caligrafía y caligrama” en el numero 18 de la newletter antes citada, para mas detalles sobre el tema). Aclarados estos extremos, puntualicemos que en estas notas solo pretendemos desvelar solo algunos puntos, dejando para mas adelante el estudio detallado y profundo de este importante documento.

BORGES Y ORTEGA

Lo primero que llama la atención de la carta es el lugar central que los libros tienen para el autor. Tanto Cambridge como Oxford son evaluadas desde el punto de vista del numero de librerías que hay en ellas. Esto nos trae al recuerdo, en primer lugar, a Borges (autor casi contemporáneo del que es objeto de nuestro estudio). La concepción del mundo de Jose Manuel, en aquella epoca, es lenamente borgiana, el universo es una inmensa biblioteca, un laberinto geometricamente perfecto. Todos los libros están escritos, todo esta contenido en ellos y basta pasearse por las salas de la biblioteca, gozando est§ticamente de las lineas horizontales que los libros forman en los estantes. Acariciar con gozo los lomos tersos de los libros prietos, arropados unos por los otros. El goce de abrir un libro, ver los signos negros sobre el papel blanco, descifrar su contenido. Y sobre todo la suprema esperanza de que hay un libro en alguna parte de aquella inmensa biblioteca, que nos dará ese algo indefinible que llena de una vaga inquietud nuestro espíritu. La casi certeza de que la felicidad es un libro. ¿Es Cambridge para nuestro autor, un módulo de esa borgiana biblioteca?. Quizás eso explique su atención privilegiada por las librerías.

Pero también nos viene a la mente Ortega, autor del que quizás no se han encontrado todavía lazos con Jose Manuel, pero cuya influencia podría haberle llegado a través de su padre (Vid. Jose Manuel de Prada; “Joaquín de Prada y las Conversaciones de Salamanca”, estudio que publico en sus dias y que aun no ha sido publicado en sus Obras completas). El perspectivismo de nuestro autor en esta carta es manifiesto. No existe Cambridge, sino Jose Manuel y su circunstancia, la realidad se ordena y organiza a traves de un yo determinado. Asi se explica el Cambridge y el Oxford de Jose Manuel, poblado de Lewis Carroll, de librerías, de tiendas de libros viejos.

Se me termina el tiempo. Podría continuar, pero no me queda tiempo y quiero que esta carta salga hoy sin falta. Me reclaman todos, para ir al Corte Ingles.
Hasta muy pronto. Un abrazo muy fuerte,


Mi padre me mandó esta carta durante el primer verano en que asistí a la escuela de verano de la Universidad de Cambridge, en julio-agosto de 1985.
Por supuesto, eran los tiempos anteriores al email, y enviar y recibir cartas postales era entonces uno de mis placeres durante aquellas salidas veraniegas a lugares como Nueva York, Dublín o Cambridge.
Otro de mis placeres, como se deduce de la carta, era zambullirme en las librerías de Cambridge, sobre todo las de viejo, actividad a la que me entregaba, con un abandono rayano con el desenfreno, no sólo en la seductora ciudad universitaria, sino también en Londres, a donde iba con cierta frecuencia durante mis periodos en la escuela de verano.
En este sentido, la carta de mi padre tiene un componente profético que no dejó de asombrarme mientras la releía.
Me refiero, naturalmente, al pasaje en el que habla de “la suprema esperanza de que hay un libro en alguna parte de aquella inmensa biblioteca [el mundo], que nos dará ese algo indefinible que llena de una vaga inquietud nuestro espíritu. La casi certeza de que la felicidad es un libro”.
En efecto, Cambridge me proporcionó ese libro.

P1020835
Fue al año siguiente, 1986, cuando en una pequeña librería de. St. Edward’s Passage, adecuadamente llamada “The Haunted Bookshop” (“La librería encantada”) encontré un ejemplar de la primera edición de Specimens of Bushman Folklore (1911), de Wilhelm Bleek y Lucy C. Lloyd.
Todo lo que soy ahora se lo debo a ese libro, que determinó mi vocación y gracias al cual, si bien no soy famoso como poeta y novelista, como fantasea mi padre en la carta, sí al menos soy razonablemente conocido por mis trabajos de investigación relacionados con el folklore y las tradiciones orales, muchos de los cuales tienen que ver con los mitos y otros testimonios que están en aquel libro, o con otros que forman parte de la llamada Colección Bleek-Lloyd, el fantástico archivo etnográfico que reunieron Bleek y Lloyd:
http://lloydbleekcollection.cs.uct.ac.za/

En la foto, tomada el verano de 1986, me podéis ver, junto a mi padre delante del Newham College, Cambridge:

CAMBRIDGE 1986

Doy a conocer esta carta para rendir tributo a mi padre, a los 25 años de su muerte.
También para conmemorar los 30 años transcurridos desde que los bosquimanos /xam entraron en mi vida, en el verano de 1986.

Carta JdPG_00a

Una Respuesta a “La epístola de Cambridge”
  1. Juan José López Burniol dice:

    Buenos días, Loli.

    Leí el artículo que el hijo ha escrito sobre su padre. Un prodigio de sensibilidad. Retengo una frase: “La suprema esperanza de que hay un libro en alguna parte de aquella inmensa biblioteca (el mundo), que nos dará ese algo indefinible que llena de una vaga inquietud nuestro espíritu. La casi certeza de que la felicidad es un libro”.

    ¡Cuántos aspectos ocultos tenía la rica y compleja personalidad de Joaquín! Por eso, entre otras razones, sigue estando tan presente entre nosotros veintricinco años después.

    Recuerdos y abrazos,

    Juanjo.

Deja una Respuesta